La regla de los dos días
En Viventa, queremos acompañarte en tu desarrollo tanto personal como profesional. Sabemos que implementar cambios en la vida diaria no siempre es sencillo, pero también sabemos que, con las estrategias adecuadas, puedes lograrlo. Por eso hoy te compartimos la regla de los dos días, una técnica simple y poderosa para establecer nuevos hábitos y mantenerte encaminado hacia tus metas.
¿Qué es la Regla de los Dos Días?
Muchos se preguntan si es necesario hacerlo todo perfecto todo el tiempo: planificar cada día, ser siempre productivos, nunca fallar. La respuesta es clara: no. Lo importante es mantener el enfoque en un 80 % o 90 % de las veces, pero también darnos permiso para ser flexibles y disfrutar el camino.
La regla de los dos días, creada por Matt D'Avella, se basa en este principio. Forma parte del sistema del triple dos y tiene como objetivo ayudarte a implementar hábitos, crear rutinas sostenibles y evitar caer en la procrastinación.
¿Cómo funciona?
El concepto es sencillo: cuando decidas comenzar un nuevo hábito o comportamiento, intenta hacerlo todos los días. Sin embargo, si un día no logras cumplirlo, no pasa nada. Lo importante es que este desliz no ocurra dos días seguidos.
Fallar un día está bien. Todos tenemos momentos de cansancio, pereza o falta de tiempo. Pero dejar pasar dos días consecutivos puede convertirse en un patrón que aleje tus objetivos. La clave está en comprometerte contigo mismo: si fallas un día, asegúrate de retomar el hábito al día siguiente.
Ejemplos prácticos
La regla de los dos días, se aplica a una variedad de hábitos que podrían mejorar tu vida diaria:
- Meditar durante 15 minutos.
- Leer unas páginas de un libro.
- Hacer ejercicio.
- Reflexionar sobre tus aprendizajes del día.
- Planificar las tres tareas más importantes del día siguiente.
- Reducir el uso de pantallas antes de dormir.
Si por ejemplo, un día no haces ejercicio, no te castigues ni pienses que has fallado por completo. Simplemente comprométete a hacerlo al día siguiente.
El equilibrio es la clave
Recuerda que establecer hábitos no se trata de alcanzar la perfección, sino de encontrar un balance. Es normal necesitar descansos para evaluar tu progreso y ganar perspectiva. La regla de los dos días, está diseñada para motivarte, no para generarte más presión.
Si bien es importante mantenerte constante, también debes evitar obsesionarte con cumplir a toda costa. El equilibrio entre compromiso y flexibilidad es fundamental.
Los pequeños cambios generan grandes resultados
Con esta regla, podrás mantenerte alineado con tus objetivos y, al mismo tiempo, darte espacio para equivocarte y volver a intentarlo. Los hábitos, por pequeños que sean, pueden tener un impacto profundo en tu vida personal y profesional.
En Viventa, estamos comprometidos con tu crecimiento. Aplicar La regla de los dos días, puede ser ese primer paso hacia la transformación que deseas. ¡Recuerda que, si fallas, siempre puedes comenzar de nuevo!
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